Haciendo un balance de lo que significa haber pasado buena parte de mi vida viviendo en esta urbanización, tengo que reconocer que han sido más ventajas que inconvenientes, aunque yo mismo haya pasado por épocas en las que no pensaba así; pero me consuela que estaba en plena adolescencia,una etapa conflictiva de por sí, donde uno nunca está contento con lo que tiene, aunque sea lo más maravilloso del mundo, y protesta puramente por vicio, como se suele decir.
Mirando todo este tiempo en global, la verdad es que aparte de la reclusión casi forzosa a la que a veces me sometían mis padres, no lo pasaba tan mal, aunque tenía un problema que, en aquellos días, para mí era poco menos que una tragedia: y era que siempre era el último en enterarme de las novedades. Eso, para una persona curiosa como yo, que no se conformaba con conocer sólo las últimas noticias de lo que pasaba a mi alrededor, sino que además quería estar enterado de todo lo que pasaba en el mundo mundial, ya fuera a mis amigos, a mi ciudad, a mi provincia o a mi país, me ponía bastante de los nervios. Claro, lo que me preocupaba mayormente en aquellos años era todo lo que rodeaba a mi entorno más cercano, como mis colegas y conocidos, porque ellos iban y venían con más libertad y estaban abiertos, si no a más experiencias, sí a las de otra cosa, y eso me traía por la calle de la amargura.
Fue por aquellos años, cuando empezó a comecializarse internet a nivel de usuario, cuando tuve que ser ingenioso y crear casi una red de espía para que me mantuvieran al tanto de todo; todo empezó con los móviles, tecnología puntera que casualmente también llegó por aquel tiempo, pero después me convertí en todo un experto en coleccionar toda clase de noticias, de cualquier momento y lugar. De hecho, empecé a cobrar cierta mala fama, porque a veces parecía conocer los acontecimientos futuro antes de que sucedieran; pero los que me criticaban no sabían que no era cosa de magia, sino de manejar bien la información: si estás bien informado, puedes incluso adivinar el futuro, teniendo en cuenta varias variables que a mí se sobraban, como la de buen observador.
De aquellos años conservo la costumbre de estar siempre bien informado, aunque la vena cotilla parece haber desaparecido un poco, jeje. De cualquier forma, me gusta seguir estando, como dicen, en la cresta de la ola de todas las novedades, y es por eso que a veces descubro cosas curiosas e interesantes que a otros pasan desapercibidas, ¿quieres conocer algunas?